CELEBREMOS LA
ENTRONIZACIÓN DE SANTA MARÍA DEL ESPÍRITU SANTO, EN LA CATEDRAL DE
COCHABAMBA, BOLIVIA, CON EXTRACTOS DE LA
Carta
apostólica en forma
Porta fidei
del Sumo Pontífice Benedicto XVI
con la que se convoca el Año de la fe.
( el año de la fe comenzará el 11 de octubre de
2012 y finalizará en la Fiesta de Cristo rey de 2.013)
1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que
introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros.
Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se
deja plasmar por la gracia que transforma…
… Profesar la fe en la Trinidad –Padre, Hijo y
Espíritu Santo –equivale a creer en un solo Dios que es Amor (cf. 1 Jn 4, 8)...
2. Desde el comienzo de mi ministerio como
Sucesor de Pedro, he recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe
para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado
del encuentro con Cristo. …
3. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y
la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16)…
…Debemos descubrir de nuevo el gusto de
alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el
Pan de la vida, ofrecido como sustento a todos los que son sus discípulos (cf.
Jn 6, 51). …
…Creer en Jesucristo es, por tanto, el camino
para poder llegar de modo definitivo a la salvación.
…He pensado que iniciar el Año de la fe
coincidiendo con el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II
puede ser una ocasión propicia para comprender que los textos dejados en
herencia por los Padres conciliares, según las palabras del beato Juan Pablo
II, «no pierden su valor ni su esplendor. Es necesario leerlos de manera
apropiada y que sean conocidos y asimilados como textos cualificados y normativos
del Magisterio, dentro de la Tradición de la Iglesia. […]
6. La renovación de la Iglesia pasa también a
través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes…
…El compromiso misionero de los creyentes saca
fuerza y vigor del descubrimiento cotidiano de su amor, que nunca puede faltar.
La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se
recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo….
…En este Año, las comunidades religiosas, así
como las parroquiales, y todas las realidades eclesiales antiguas y nuevas,
encontrarán la manera de profesar públicamente el Credo...
… Al mismo tiempo, esperamos que el testimonio
de vida de los creyentes sea cada vez más creíble. Redescubrir los contenidos
de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada,1y reflexionar sobre el mismo
acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe de hacer
propio, sobre todo en este Año...
...Profesar con la boca indica, a su vez, que la
fe implica un testimonio y un compromiso público. El cristiano no puede pensar
nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor
para vivir con él. …
11. Para acceder a un conocimiento sistemático
del contenido de la fe, todos pueden encontrar en el Catecismo de la Iglesia
Católica un subsidio precioso e indispensable. Es uno de los frutos más
importantes del Concilio Vaticano II. En la Constitución apostólica Fidei
depositum, firmada precisamente al cumplirse el trigésimo aniversario de la
apertura del Concilio Vaticano II, el beato Juan Pablo II escribía: «Este
Catecismo es una contribución importantísima a la obra de renovación de la vida
eclesial... Lo declaro como regla segura para la enseñanza de la fe y como
instrumento válido y legítimo al servicio de la comunión eclesial».21...
…Desde la Sagrada Escritura a los Padres de la
Iglesia, de los Maestros de teología a los Santos de todos los siglos, el
Catecismo ofrece una memoria permanente de los diferentes modos en que la
Iglesia ha meditado sobre la fe y ha progresado en la doctrina, para dar
certeza a los creyentes en su vida de fe...
…el Catecismo de la Iglesia Católica podrá ser
en este Año un verdadero instrumento de apoyo a la fe, especialmente para
quienes se preocupan por la formación de los cristianos, tan importante en
nuestro contexto cultural...
…Durante este tiempo, tendremos la mirada fija
en Jesucristo, «que inició y completa nuestra fe» (Hb 12, 2): en él encuentra
su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano. La alegría del
amor, la respuesta al drama del sufrimiento y el dolor, la fuerza del perdón
ante la ofensa recibida y la victoria de la vida ante el vacío de la muerte,
todo tiene su cumplimiento en el misterio de su Encarnación, de su hacerse
hombre, de su compartir con nosotros la debilidad humana para transformarla con
el poder de su resurrección.
Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y
creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios en la obediencia de su
entrega (cf. Lc 1, 38). En la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al
Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él (cf. Lc
1, 46-55). Con gozo y temblor dio a luz a su único hijo, manteniendo intacta su
virginidad (cf. Lc 2, 6-7). Confiada en su esposo José, llevó a Jesús a Egipto
para salvarlo de la persecución de Herodes (cf. Mt 2, 13-15). Con la misma fe
siguió al Señor en su predicación y permaneció con él hasta el Calvario (cf. Jn
19, 25-27). Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y,
guardando todos los recuerdos en su corazón (cf. Lc 2, 19.51), los transmitió a
los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo (cf.
Hch 1, 14; 2, 1-4).
Por la fe, los Apóstoles dejaron todo para
seguir al Maestro …Por la fe, los discípulos formaron la primera comunidad
reunida en torno a la enseñanza de los Apóstoles, la oración y la celebración
de la Eucaristía, poniendo en común todos sus bienes para atender las
necesidades de los hermanos (cf. Hch 2, 42-47)...
…Por la fe, los mártires entregaron su vida
como testimonio de la verdad del Evangelio, que los había trasformado y hecho
capaces de llegar hasta el mayor don del amor con el perdón de sus
perseguidores...
…. Por la fe, muchos cristianos han promovido
acciones en favor de la justicia, para hacer concreta la palabra del Señor, que
ha venido a proclamar la liberación de los oprimidos y un año de gracia para
todos (cf. Lc 4, 18-19).
También nosotros vivimos por la fe: para el
reconocimiento vivo del Señor Jesús, presente en nuestras vidas y en la
historia.
14. El Año de la fe será también una buena
oportunidad para intensificar el testimonio de la caridad. San Pablo nos
recuerda: «Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero
la mayor de ellas es la caridad» (1 Co 13, 13).
La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad
sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. La fe y el amor
se necesitan mutuamente, de modo que una permite a la otra seguir su camino.
…Lo que
el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de los que,
iluminados en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, son capaces de
abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera,
ésa que no tiene fin....
«Que la Palabra del Señor siga avanzando y sea
glorificada» (2 Ts 3, 1): que este Año de la fe haga cada vez más fuerte la
relación con Cristo, el Señor, pues sólo en él tenemos la certeza para mirar al
futuro y la garantía de un amor auténtico y duradero...
«Cuando soy débil, entonces soy fuerte» (2 Co
12, 10). Nosotros creemos con firme certeza que el Señor Jesús ha vencido el
mal y la muerte. Con esta segura confianza nos encomendamos a él: presente
entre nosotros, vence el poder del maligno (cf. Lc 11, 20), y la Iglesia,
comunidad visible de su misericordia, permanece en él como signo de la
reconciliación definitiva con el Padre.
Confiemos a la Madre de Dios, proclamada
«bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 11 de
octubre del año 2011, séptimo de mi Pontificado.
BENEDICTUS PP. XVI
Video testimonio del 7-09-o12. Si no puede observarlo desde aquí, haga click en http://www.youtube.com/watch?v=nPaYtOLz5hM&list=UU689hHyGghR_AxbowjyAdLw&index=1&feature=plcp