Testimonio del 7 de agosto e invitación para el domingo 7 de septiembre. Es el 15 ° año desde la primera aparición. María, nuestra Madre e Intercesora, nos espera el próximo 7 de septiembre. Habrá servidores desde el mediodía. Sacerdotes confesando, desde media tarde. A las 16 hs. rezaremos el Santo Rosario. A las 17 hs. recibiremos a la Madre de Lanús y comenzará la Santa Misa. Finalizada la misma, tendremos la bendición del y adoración del Santísimo Sacramento.Recordemos llevar rosas para la Virgen y Jesús Crucificado, alimentos no perecederos para un Hogar de Lanús y alguna botella de agua mineral para llevar agua bendita. Compartimos la oración dictada por la Virgen a Marcia en el año 2000: "iOh María. Hoy vuestros Hijos Os buscan y os engrandecen Os aman y os agradecen. i Oh Madre! Cobijadnos en vuestro manto Protegednos de los riesgos y siempre conducidnos A vuestro Hijo Amado. Amén."
Desde 1999 Santa María del Espíritu Santo se hace presente a Marcia, una joven de Lanús (Buenos Aires-Argenina).
Muchas vidas han cambiado gracias a la intercesión de la Virgen en este lugar.
Nuestra Madre nos espera en la Plaza Auyero de Lanús Este (Buenos Aires), sitio que llamó "Lugar de Encuentro con Dios", todos los días miércoles, viernes a las 17 hs., y cada día 7, para derramar una lluvia de gracias.
Cada día 7, a las 16 hs., se celebra la Santa Misa, y a su término rezamos la oración que más le gusta a Ella, el Santo Rosario. Es conveniente llegar a las 15 hs.
Cristo agonizante hecha a pedido de la Virgen y Jesús
Oración a la Virgen de Lanús
¡Oh María Inmaculada! Vos que habéis hallado Gracia ante los ojos del Altísimo y habéis concebido al Hijo de Dios en vuestro seno Purísimo por el Espíritu Santo. Rogad por nosotros a fin que podamos imitar vuestras virtudes.
Interceded para que Dios nos envíe el Espíritu Santo y purifique nuestros manchados corazones y nos llene de alegría, amor y paz, y podamos ser antorchas encendidas que proclamemos la palabra vivificadora a todos nuestros hermanos.
Rogad por nuestras familias, y para que cada uno de nosotros tenga un corazón humilde como el vuestro, y tengamos a vuestro Hijo Jesús, como Rey de nuestra vida. Madre, que quisiste venir a nosotros y ser llamada Santa María del Espíritu Santo, ayúdanos a que nuestra conversión crezca cada vez más para Gloria de nuestro Buen Dios. Amén.