04 octubre 2010

7 de Octubre, nuevo encuentro con la Virgen María en Lanús

”Proclama Mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava”. Los hijos de esta Madre buena, los primeros cristianos, han aprendido de Ella, y también nosotros podemos y debemos aprender.
Fue en la Cruz, momento de dolor inconmensurable para María, que nos acoge entre sus brazos como niños. Incesantemente nos llama a que, unidos en la Iglesia de Su Hijo como seno de común unión entre hermanos, encontremos la felicidad que Dios nos prometió.
María es el regalo que Dios nos ha dado, y que Jesús entregó desde la Cruz: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre” dijo el Salvador; y a partir de allí, como lo hizo Juan, quienes formamos la Iglesia de Cristo recibimos a María en nuestro hogar, en nuestro corazón, nos tomamos de su mano para que nos guíe por el sendero seguro, por el camino del Amor.
Ella es el reflejo de Dios, como la luz del sol se refleja en la luna. Ella es la flor con la que se perfuma el Cielo, como la rosa perfuma la mañana. Ella es mediadora inagotable de gracias otorgadas, como un manantial que da vida a quien lo alcanza.
María es nuestra Madre, y como somos Iglesia es Madre de la Iglesia. Nos mantiene unidos en el Amor de este Dios vivo, de este Dios único, verdadero y creador que nos espera en la eternidad, y es junto a Ella que llegaremos a la plenitud de Su Gloria.
Su obediencia generosa, humildad sencilla, caridad solícita, fortaleza, delicadeza, pureza, sabiduría reflexiva y piedad hacia Dios, la hacen modelo de virtud a la que todos debemos aspirar. Dijo Juan Pablo II: “De estas virtudes de la Madre se adornarán los hijos, que con tenaz propósito contemplen sus ejemplos para reproducirlos en la propia vida…” Pues ese es el fruto del culto a la Virgen, porque Dios le otorgó el don de actuar en nuestro corazón eficaz y fecundamente para que se haga también en nosotros Su Voluntad.
Por eso, una vez más, este 7 de octubre Santa María del Espíritu Santo nos estará esperando con sus brazos y Corazón abiertos para que, entregados al Amor de Dios, ese Corazón sea refugio seguro a todas nuestras necesidades y fuente de la lluvia de gracias por Ella prometida.
¡Hermanos! ¡Recibamos el amor de nuestra Madre del Cielo y vivamos, unidos en la fe, ese “pedacito de Cielo” que es el Lugar de Encuentro con Dios! Los esperamos, confiados en las manos de nuestro Señor Jesucristo, para salvación de las almas y para Su Gloria Eterna.

Jueves 7 de Octubre, en Plaza Auyero de Lanús Este (calle Gral.Arias entre Córdoba y Salta).

NOTA ACLARATORIA:
Todo el día se consagra a María. Se rezará el Santo Rosario, se celebrará la Santa Misa y Dios quiera que se realice nuevamente la Adoración al Santísimo Sacramento del Altar.
María quiere llegar a todos y desea que el Lugar de Encuentro con Dios sea un lugar de peregrinación en el que los fieles no se estructuren con horarios, sino que, en la medida que las obligaciones se lo permitan, asistan a Su encuentro. Muchos podrían no recibir las gracias que nuestra Madre desea derramar por no poder cumplir con los horarios, por lo que asistan confiados en Su Amor y en el de Su Hijo más allá del programa organizado, pues Ellos estarán todo el día esperándonos.

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